Este sábado 19 de abril, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó al gobierno que “no saque de Estados Unidos a ningún miembro de la clase putativa de detenidos hasta nueva orden”, esto en virtud de una ley de tiempos de guerra del siglo XVIII.
A pesar de que los jueces Clarence Thomas y Samuel Alito no estuvieron de acuerdo con la decisión, el tribunal pudo suspender la deportación de venezolanos acusados de ser pandilleros e impedir que se siguiera adelante con la eliminación de la protección legal de 350 mil migrantes.
Ahora, la deportación estará pausada hasta que un tribunal inferior se pronuncie. Por su parte, el presidente Donald Trump acuso a la banda venezolana con la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, lo que le permitía ordenar la detención y deportación de nativos de naciones “enemigas”.